Editorial: Me dice un inspector del Cuerpo Nacional de Policía que ponga en mi editorial diaria que habrá tolerancia cero en Mallorca y muchos más controles y severas denuncias, porque hay vecinos que han bajado la guardia y se han relajado. El 2% al menos, no respetan estar en casa permanentemente y con cualquier excusa abandona su domicilio.

Cada día se encuentran los diferentes cuerpos de Policía y Seguridad con casos evidentes de insolidaridad, personas desalmadas que se saltan el protocolo demostrando un desprecio absoluto a sus semejantes, y si estas personas quieren poner en peligro la cuarenta de todos, serán castigados sin contemplaciones.

Me dice el inspector que se están jugando la vida miles de personas en Mallorca y Baleares, pero cada día hay más casos de desvergonzados residentes que no pueden demostrar su abandono de casa. Nosotros la Policía asegura debemos atender muchas demandas de los ciudadanos, ayudar a los sanitarios, abrirles camino a las urgencias, acudir a los sitios donde nos manda la autoridad competente.

Canalizar ayudas de las familias que no pueden llenar las despensas por ellas mismas y tienen niños, todo tipo de aconteceres sanitarios. Control de la propiedad, ahora hay delincuentes que asaltan casas de campo al saber que algunas están cerradas. Y tantas cosas.

Nos llega una carta de una señora residente en Sa Pobla y en definitiva notamos mucho pesimismo, tristeza, desolación, dolor, dudas. Nos habla de tantas cosas y las une todas en un mismo hilo que es difícil ver donde la madeja se complicó, hay muchos conceptos juntos. Se la mando a una amiga psicóloga para que nos ayude en la contestación.

Una hermana había tenido un accidente, ha perdido a una tía que estaba en una residencia, lleva muy mal el encierro en casa, ve con dolor la pérdida de más de 2.500 toneladas de patata en la última granizada, tiene problemas con el autónomo, falta de liquidez en la empresa, no le llama hace días una amiga, el coronavirus no lo entiende, con total desazón nos pide si sabemos cuando terminará esto, que pasa en el mundo.

La encontramos muy baja de moral y autoestima. He mantenido una larga conversación con ella, creo que se le hace una montaña el tema que vivimos, necesita dosis de optimismo, seguro que pronto verá mejor todo, de esta vamos a salir juntos, no podemos mirar atrás. Lo del virus llegó de sopetón, a traición, de un día para otro nos dijeron que el mundo se paraba durante varias semanas y a muchos los pilló de sorpresa.

Poco a poco se dieron cuenta que esto es muy serio. Somos supervivientes y pronto será historia. Mal recuerdo. Una prueba. El virus ha puesto al descubierto tantas cosas, que habrá que actuar desde muchas vertientes para curar las heridas psicológicas, sociales, económicas, habrá mucho trabajo para recomponer mayúsculo contratiempo.

El fundador de Microsoft el multimillonario y todopoderoso Bill Gates, que tiene mano por todo el mundo financiero (hasta es accionista de la empresa de limpieza y recogida de basuras de Manacor, en todos los rincones está), le dijo en febrero al tenista Rafa Nadal en Sudáfrica que lo del coronavirus era un tema muy serio y lo que venía podría desestabilizar medio mundo.

Que sabe Bill Gates de todo esto, hay muchos escritos y vídeos que aseguran que mucho más de lo que cuenta. Al final todo se sabe. El sabio pueblo quita siempre la paja del trigo, desnuda las leyendas urbanas y va poniendo blanco sobre negro. No es de extrañar que con tanto empacho de datos las farmacias hagan acopio de ansiolíticos y antidrepresivos. Es muy fuerte.

CCOO se ha enfadado porque el Gobierno, el Govern y algunas empresas no se toman en serio el protocolo de protección para los/as trabajadores en empresas de limpieza viaria y recogida de basuras. Están a pecho descubierto, abandonados a su suerte. Con mascarillas que se hacen ellos, con trajes caseros, con guantes de familiares y amigos, ONGs.

Los mandan a la calle todos los días y a pelear con el virus solo/a. Y los barrenderos/as igual. Es hora de poner dinero encima de la mesa y proteger a los de la primera línea. El superávit de las administraciones debe bastar para atender las demandas de quienes cumplen su trabajo para el interés general y lo hacen por un salario muy bajo. Rafael Gabaldón San Miguel.