Editorial: En el país de Pepe Gotera y Otilio, donde los Reinos de Taifas están en su mejor esplendor y brillan como nunca, aquellos que imitan la conquista de Valencia por parte del Cid Campeador y que el gran Rodrigo no rendía cuentas a nadie por estar muy lejos del poder establecido. En este nuestro territorio del mundo ahora mismo las empresas y trabajadores necesitan 250.000 millones de euros para evitar la quiebra. Y nuestro Gobierno se ha visto obligado a pedir 20.000 millones de euros a Europa para poder pagar los ERTE y otros gastos de la Corte. Hasta que no llegue la pasta la Ministra Diaz no podrá anunciar la ampliación de los mismos hasta diciembre y luego abril.

En este país donde la cogobernanza significa no haber previsto rastreadores en cantidad suficiente para los nuevos infectados de la desescalada, brotes y contagios, que ahora llenan los dispensarios de la Atención Primaria y pronto Hospitales y UCIS. Ni en el Gobierno Central ni en las Autonomías hicieron los deberes. Aquí se habla de todo menos de lo que nos interesa. Recuerdo el César de Gladiator que nada quería saber del Senado de entonces y mucho menos la sociedad civil de la época, entretenía al personal con grandes juegos que duraban seis meses seguidos, y antes de cada pelea a muerte se distribuía entre los asistentes hogazas de pan y otros alimentos.

Ahora las televisiones de los dos grandes grupos periodísticos, las públicas, las autonómicas, las subvencionadas, las que mueven el negocio de la opinión pública, con su ejército de plumillas identificados con el poder generoso, se dedican a tapar nuestro drama, hambre, incertidumbres, futuro, miedos, depresiones, ruina, etc, con grandes dosis de escenas de amoríos y cuernos entre un anciano que dicen que fue rey y una dama de caché muy alto. Muchos se preguntan si el CNI sabía esto y lo otro hace varios lustros, porqué las pantallas ahora se han quedado atrapadas y fijas con el teatrillo de la infidelidad y las liquidaciones a Hacienda.

Mientras los economistas advierten que el pozo económico en el que estamos metidos supone al menos diez años de calamidades (previsible estallido social) y que somos el país que peor estamos haciendo las cosas para mitigar nuestra catástrofe, y que los sanitarios agotados de la anterior pandemia, no están en condiciones para asumir otra. La pantalla fija de las Teles hablan de República, Casa Real, Franco, Juan Carlos I, Constitución, Comunismo, Extrema Derecha. Hasta se habla de disolver las Cortes, convocar al pueblo a elecciones, hacer nuevas consultas, cambiar la constitución, poner la piel de toro al sol para pintar nuevos Reinos de Taifas. La España Federal no sirve esta vez.

Lo inmediato del país de Pepe Gotera y Otilio, ese de los Reinos de Taifas, muchos ya no pueden comer cada día, que la verdura y la fruta les parece un producto de lujo. Que los bancos de alimentos se han terminado, todo vacío. Que nuestra deuda no la podremos pagar nunca. Que la caja de la Seguridad Social no existe, todo lo contrario ha desaparecido por suspensión de pagos. No hay dinero para nóminas de empleados públicos ni privados. Los rincones de las hormigas más previsoras los han robado las cigarras. Caminamos zombis, sin rumbo, aterrados, salvajes. Pronto las Leyes que nos hemos dado no servirán.

No pasa nada, como Gladiator y Roma, siempre tendremos entretenimientos que oculten la peste y el hambre. Los grandes seriales, fútbol, humoristas con chistes a cientos y grandes anuncios que son obras de arte que nadie comprará. Tiene guasa la cosa. Estamos en intensivos, a punto de llegar el cura y con las primeras inyecciones del sedado, y nos siguen hablando de gentes que hicieron esto y lo otro cuando eran inviolables y que a la mayoría le importa una mierda pinchada en un palo. Y si no les importa les va a dar igual, su nevera seguirá vacía y este invierno será el más difícil que hemos visto en muchos siglos. Seguir así, pronto las calles estarán llenas y entonces sabréis que le pasa al pueblo cuando le chirría el estómago vacío. Rafael Gabaldón San Miguel.