Editorial: Conozco desde hace muchos años la labor de los defensores de los gatos de Manacor, los grupos denominados amigos de los animales, quienes los cuidan, las peticiones que han realizado al Ayuntamiento para tener un centro adecuado, óptimo y homologado. He publicado siempre todo lo que me han mandado. Lo último que recibí fue una denuncia en la calle Artà de Manacor sobre el apaleamiento de un gato hasta la muerte, golpes contra el suelo e incluso sacarle un ojo en la agonía.

Me pareció muy fuerte, al no conocer a los denunciados, procedí a publicarlo porque los defensores de los gatos nunca me han mandado nada sin contrastar. Dejé la versión de los hechos de las dos partes para la segunda información. Horas después me mandó una nota de prensa la Policía Nacional de Manacor donde me informada en el mismo sentido. Había una denuncia de un vecino de la calle Artà de Manacor donde mantenía que había visto a los jóvenes como torturaban al gato en cuestión hasta la muerte.

Los agentes desvelaban que habían detenido a dos personas y que les iban a interrogar. Horas más tarde se lio muy fuerte en las redes sociales, se buscaban firmas y anunciaban que se personaban como acusación particular el propio Ayuntamiento de Manacor y los defensores de los animales. Se filtró la condición de afiliados y simpatizantes del PP de Manacor y Palma de esos jóvenes detenidos y los propios conservadores mandaron una nota de prensa abriendo expediente de expulsión para los dos detenidos.

Entiendo que si los amigos de los gatos reciben de madrugada la información de que han asesinado a un gato con vileza, pongan en marcha la maquinaria para depurar las responsabilidades. También entiendo que si hay un vecino que sigue diciendo que el vio con sus propios ojos como mataban al gato, todavía más claridad y certeza. Así pasaron las horas hasta que llegaron las fotos de los jóvenes, su señalamiento de asesinos y cientos de comentarios que nunca antes se habían lanzado en las redes sociales del municipio, ni de Mallorca.

Conozco a casi todos los candidatos que acuden a las elecciones municipales del PP, MÉS-Esquerra, PSOE, Unidas/Podemos, PI, AIPC-SyS, VOX, C's. Los 21 titulares de cada formación y los reservas. Por encima claro, excepto los primeros números, los que tienen posibilidad de ser regidores y formar el Consistorio. Algo no me cuadraba. Por eso me puse en marcha para conocer al detalle la vida de los jóvenes y por supuesto la opinión de la Policía, las declaraciones, las denuncias, todo el proceso posterior.

Hablé con diferentes agentes, familiares de los denunciados, conocí al detalle la declaración e incluso supe que les habían recomendado un abogado para llevar el tema al juzgado. Había dos partes y dos versiones y quería saberlas al detalle para seguir informando, había algo raro. Además siempre he defendido la presunción de inocencia cuando el acusado dice que es mentira la versión del denunciante. Radicalmente opuesta según los datos que yo tengo.

Los acusados están encantados que haya personación del Ayuntamiento, de un vecino inicial, de los amigos de los gatos y animales. Quieren que un juez o una jueza de luz a los hechos. Ellos mantienen que fue un coche quién atropelló al felino y que en su agonía ellos llegaron, que murió como consecuencia del accidente de coche y nunca de torturas y menos ensañamientos y juegos. El vecino dice que lo vio todo y no se retracta. Me da vértigo la duda cuando a nadie le ha escuchado un juez todavía, cuando no hay autopsia del gato y cuando hay dos versiones enfrentadas.

No soy ingenuo de como se ha encendido la mecha de este asunto, porqué ha tenido tanta relevancia, como es posible acusaciones tan gordas sin conocer la otra versión. La presunción de inocencia ha dejado de ser moneda de curso legal. No seré yo quien diga nada a favor y en contra de unos y otros, pero yo y nuestro diario digital no se dejará arrastrar por unos hechos presuntamente monstruosos e impresentables, hasta que la autoridad judicial dicte sentencia y aclare todo. Es muy fuerte lo que se ha dicho de estos jóvenes, si es falso o no se ajusta a la realidad. Rafael Gabaldón San Miguel.