La Asociación de Empresarios de Parques Infantiles de Mallorca, adscrita a PIMECO, ha impugnado la decisión del Gobierno de cerrar sus establecimientos como medida para frenar los efectos de la COVID19. El Presidente de la patronal y la Presidenta de la Asociación de Parques Infantiles han presentado el escrito ante la Consejería de Salud.

PIMECO considera que se produce un agravio comparativo con otros sectores como la restauración, la hostelería o el comercio. A todos estos establecimientos se ha hecho una regulación propia para evitar contagios y que supone la continuidad de actividad de estos locales. Además, el Gobierno ha permitido la realización de otras actividades que suponen concentración de personas en un mismo espacio.

Los parques infantiles llevan cerrados desde el pasado 11 de septiembre y según afirman, la decisión de la Consejería de Salud supone lapidar su economía suficientemente castigada desde el pasado mes de marzo. Los parques infantiles cerraron el 12 de marzo y hasta el 28 de junio no pudieron volver a abrir.

Durante los meses de julio y agosto, su facturación no ha llegado ni al 25%. En la bajada en picado de ingresos se suma la inversión hecha para adaptar los locales y poder cumplir con todas las normas higiénicas y de seguridad que marca Salud.

El 75% de los propietarios de parques infantiles pagan actualmente el 100% por ciento de la cuota de autónomo sin recibir ninguna prestación. Pagan, además, los gastos de alquileres, seguridad social de los empleados, agua, luz, etc aunque los locales permanecen cerrados.

El presidente de Pimeco, Toni Fuster, pide que se den ayudas específicas para este sector porque han sido olvidados. PIMECO recuerda que los espacios de ocio infantil no se ha producido ningún contagio nunca. Es más, no hay ningún caso en toda España de contagio de la COVID19 a un parque infantil.