Rafa Nadal vuelve a perder en tierra 706 días después y se despide de Barcelona. El australiano De Miñaur le apea en la segunda ronda del certamen barcelonés. Rafael Nadal ha topado hoy con su realidad, la que él ya sabe y la que avisó en la previa del partido de segunda ronda del Godó contra Alex de Miñaur. En sus 17 participaciones en Barcelona, el balear sólo había caído tan pronto en su estreno como invitado en 2003.

Pero el Rafa de ahora, el que tiene 37 años y cumple 38 el 3 de junio, no es el que ganó por 12 veces el título en la central que lleva su nombre. En la que según él era la probable despedida del torneo, Nadal no pudo doblegar la resistencia de un rival superior en lo tenístico, pero, sobre todo, en lo físico. Lo dice bien claro el marcador: 7-5 y 6-1, en 1 hora y 52 minutos.

El australiano es un frontón que lo devuelve todo y ha dado un salto cualitativo por lo que hace referencia a tiros ganadores. Es por eso que esta temporada ha estrenado su condición de 'top10' mundial. De Miñaur no es Flavio Cobolli y no dio las facilidades del italiano. Rompió el diezmado saue de su adversario ya en el primer juego e incluso disfrutó de pelota de 3-0. Nadal reaccionó como leyenda que es y tuvo un punto de 'break' para situarse 5-3 y servicio. No lo convirtió y el tenista natural de Sidney puso una marcha más que el balear no pudo seguir por su falta de ritmo competitivo.

Alex se dio cuenta pronto que al campeón de 22 grandes le faltaban piernas. Le colocó cinco dejadas y las ganó todas. Pero Rafa es un animal competitivo y, con el apoyo de la grada, fue reaccionado poco a poco. Flaqueó en los dos últimos juegos de la manga inicial, donde no sumó un solo punto. Jugar sin saque es un gran hándicap (algunos viajaron a 138 kilómetros por hora) cuando delante está el undécimo del ranking ATP, que ya le había superado en el último precedente entre ambos en la United Cup 2023. El primer set fue una matanza física, que se alargó durante más de una hora. El triunfo de De Miñaur en el parcial era la mitad del partido.

Nadal lo confirmó entregando su servicio en el tercer y quinto juego de la continuación. Para encontrar el último traspié del manacorí en arcilla había que remontarse al 12 de mayo de 2022 en la tercera ronda del Masters 1000 de Roma con Denis Shapovalov. El español andaba entonces tocado físicamente, lo que ha sido una constante en una carrera que se apaga.

De Barcelona viajará a Madrid para disputar el Mutua Madrid Open (24 de abril al 5 de mayo) donde intentará jugar un par de partidos (en segunda ronda le puede tocar cualquiera, incluidos Novak Djokovic, Carlos Alcaraz o Jannik Sinner) más que le den ritmo y confianza para el gran objetivo antes de colgar la raqueta y que no es otro que un decimoquinto entorchado en Roland Garros.

El reto en Barcelona era jugar y lo ha conseguido. A estas alturas, todo lo que pase en una pista de tenis significa ver el vaso medio lleno. Una información de Joan Solsona del diario deportivo MARCA y edita la Agencia Manacor Noticias. Fotografía EFE.