Los usuarios del Albergue de Manacor que permanecían en la Escuela Rural de Sa Murtera vuelven a la sede de Manacor. El artículo de hoy del encabezamiento genérico "Secretos de una mirada" lo hacemos en torno a la mesa redonda en la que participan algunos de los usuarios que han vivido estos tres meses de estado de alarma en la Escuela Rural de Sa Murtera, instalaciones cedidas gratuitamente por el Ayuntamiento de Manacor a la Fundación Trobada.

Queremos recordar que con motivo del inicio del estado de alarma un grupo de nueve usuarios del Albergue se trasladaron a la Escuela de Sa Murtera con la intención de descongestionar el Albergue y así disponer de más espacio para poder confinar un cierto tiempo los nuevos ingresados. Sa Murtera dispone de cuatro habitaciones, una de tres plazas y tres de dos plazas, además de 4 baños.

¿Qué impresiones tiene de su estancia en Sa Murtera?

- "Nos sentimos unos privilegiados en estas circunstancias que el riesgo de contagio ha sido mínimo y el gozo del contacto directo con la naturaleza siempre es reconfortante: hemos estado acompañado de águilas, aguiluchos, todo tipo de aves, mirlos, perdices, ovejas, cabras, tortugas.

Se verdad que había una cierta monotonía y en momentos aburrimiento, pero se compensaba con la paz, tranquilidad y sosiego del lugar. Con una situación parecida volveríamos a ir. En principio éramos nuevos, pero luego dos bajaron del Albergue de Manacor porque tenían que ir a trabajar ".

Con qué actividades pasabais el tiempo?

"Cuando nos levantábamos en las mañanas, después de merendar, la primera tarea era la limpieza de la casa, comedor, habitaciones y baños. La cobertura telefónica era regular. Después unos iban a caminar, otros jugaban a parchís. No teníamos televisor ni cobertura wifi pero nos conformábamos con ver alguna película con el ordenador. "

Ha bajado a Manacor alguna vez en todo este tiempo o ha recibido visitas?. 

"Nadie de nosotros tiene medio de transporte y, además, la distancia de ocho kilómetros se excesiva para ir a pie en Manacor. Pero recibíamos la visita diaria de los profesionales de la Fundación, Aina y Noelia, que nos proveían lo que necesitábamos, sobre todo el tabaco y también estaba Héctor, el monitor del albergue.

Pasaba por el camino también con cierta frecuencia un vecino con mobilette que guardaba las ovejas y nos saludaba muy atento y simpático. Y también otros residentes del campo. Sabía que éramos usuarios del Albergue. El otro día nos dijo: "¿Qué, os vaya a la Fundación Trobada". El viernes día 21 bajamos a Manacor con dos furgonetas de Aproscom. Ahora ya estamos todos aquí juntos los 25 usuarios ".

Quiere añadir algo más de su experiencia "rural"?

Sí. Una curiosidad: que ha habido un ahorro económico total, porque no había posibilidad de gasto. Que en todo momento ha habido muy buena convivencia, buen "rollo". Que agradecemos a Aina y Noelia la atención prestada y la entidad Aproscom para el servicio de transporte. Gracias a todos.